Pascualín
En la Corte Celestial la divinal Ostera los regalos primaverales bendecía y para su distribución un animal elegía. Pascualín, el conejo, fue elegido para este cometido.
Y así empieza esta pascualina aventura llena de dulzura adrenalina.
Por donde caminaba esta liebre despedía fertilidad y felicidad, de las tierras secas flores crecían y los árboles brotaban y bailaban.
Sin embargo cuando estaba a punto de terminar esta labor, el sobrecogedor Culebrón Invernón lo atacó. Esta sierpe quería que la Humanidad permaneciera en el infernal mundo invernal. Entonces lo mordió y dejó moribundo…
—¡Por favor, Madre mía, ayuda a tu servidor que está en pleno dolor!
En ese momento salida de la nada, la bella hada Selena Proserpina, hermana melliza de Ostera, su llamada escuchó. Esta diosa lunar de sonrisa estrellar, con un embrujo lo curó: era un huevo mágico lleno de granos rejuvenecedores.
En cuanto se lo comió, Pascualín, igual que Fénix, resucitó. Y así ya podía saltar más alto que jamás y a los sitios inhóspitos volar.
Desde entonces en estas fechas los conejos regalan una cesta con huevos y granos y llevan una cadena lunar colgada del cuello simbolizando estos hechos.
Deje su comentario